Fecha: 03 agosto de 2022
Tiempo de lectura: 8 minutos
Por: Johan S. Cubillos
Es sabido que cuando pensamos en un diseño arquitectónico inmediatamente se nos viene a la mente fachadas de diferentes proyectos a nivel mundial que son visualmente atractivos o estéticos. Sin embargo, a pesar que en ocasiones para ciertos proyectos puntualmente se le da prioridad a la estética, en la gran mayoría de proyectos que se desarrollan en el día a día hay otros factores igualmente de importantes a la estética o incluso más importantes que deben tener en cuenta los arquitectos diseñadores, puesto que estos factores pueden determinar si el diseño es viable para su construcción. Entonces, ¿Qué es un diseño arquitectónico? y ¿Qué factores debe contemplar un arquitecto para llegar a presentar un diseño arquitectónico viable ante una constructora?
Diseño Arquitectónico
De acuerdo con el Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares (CPNAA) cuando se habla de un diseño arquitectónico se refiere a “la resolución estética, funcional y técnica de un proyecto arquitectónico, disponiendo espacios adecuados para la función humana de habitar”. Esto dicho en otras palabras indica que el diseño arquitectónico es una disciplina que tiene el fin satisfacer la necesidad de espacios habitables mediante la presentación de soluciones para los proyectos de arquitectura. De esta definición es interesante resaltar que, contrario a lo que algunas personas piensan, un diseño arquitectónico va más allá de presentar un proyecto estéticamente atractivo puesto que existen otros factores relevantes que influyen en que el proyecto sea viable y pueda pasar del papel a la realidad.
¿Qué otros factores deben contemplar los arquitectos para presentar un diseño arquitectónico viable ante una constructora?
Ya en este punto sabemos que el diseño arquitectónico va mucho más allá de lo estético solo con leer su definición. La funcionalidad también aparece como un factor de suma importancia. Cuando nos referimos a la funcionalidad, todo arquitecto tiene que tener en mente que aquello que este diseñando debe servir para la función que se tiene pensada y enfocándose en el tipo de público que habitará el proyecto. En este orden de ideas, si el arquitecto fue contratado para realizar el diseño de un edificio de vivienda, es crucial que aquel edificio en su configuración espacial contemple los requerimientos de los que lo van a ocupar. Entonces, si el edificio es pensado para familias y se ubica en un lugar residencial lo más indicado para que se cumpla la función es plantear áreas amplias y aumentar la cantidad de espacios (habitaciones) dentro de las unidades si lo comparamos con lo que sería un diseño de vivienda enfocado a estudiantes que seguramente se centraría en unidades con áreas más reducidas y una alta oferta de zonas sociales en el edificio.
Ahora bien, desde un punto de vista comercial, es decir cuando se le diseña a una constructora que su fin es la rentabilidad y las ventas, los arquitectos diseñadores también tiene que tener en cuenta factores como el costo y la dificultad o complejidad que tendrá el constructor al momento de plasmar el diseño en la realidad. Esto es vital porque es común que arquitectos diseñadores sin experiencia de obra y sin sentido comercial caigan en errores como proponer diseños complejos (en su mayoría en fachadas) que pueden transformarse en problemas también conocidos como “chicharrones” que si bien pueden realizarse supondrán un costo elevado para el constructor y causara una posible disminución en la rentabilidad.
Lo anterior, no quiere decir que los arquitectos diseñadores deban presentar las propuestas más económicas a los constructores o que la estética de un proyecto deba pasar a segundo plano, pero definitivamente para que un diseño sea considerado viable se deberá encontrar un punto de equilibrio en donde estén balanceados factores como la estética, la funcionalidad, la complejidad a nivel constructivo y el costo de realización de dicho diseño.
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